Dios ama a toda persona y tiene un corazón para los más desfavorecidos. Nosotros hacemos nuestra Su voluntad y servimos al necesitado.  Aparte de la mucha ayuda que prestamos individualmente y como iglesia, tenemos una obra que os queremos presentar: “Proyecto Deuteronomio 10:19” Hemos elegido este nombre porque Deuteronomio 10:19 es un versículo bíblico que dice: Amad, pues, al extranjero, porque también vosotros fuisteis extranjeros... Estas palabras fueron dirigidas originalmente a los israelitas que habían sido extranjeros en Egipto, pero nos las podemos aplicar directamente a nosotros. Los padres de muchos de nosotros tuvieron que inmigrar y fueron extranjeros. Además, la mayoría de la gente es extranjera en la mayor parte del mundo. Los nativos tenemos una responsabilidad especial, otorgada por Dios, para con los extranjeros. El mismo Jesucristo tubo que huir de niño con sus padres a Egipto para salvarse de la salvajada del rey Herodes. El se convierte así en el inmigrante más popular de toda la historia. En el 2006 una familia de la iglesia de Vícar se encontraron con unos senegaleses que necesitaban ayuda. Vivían en una situación infrahumana. Habilitamos un cortijo en el cual hemos alojado a 18 inmigrantes. Cultivamos una buena relación con ellos y organizamos una que otra actividad con ellos. Aunque son en su totalidad musulmanes, no tenemos ningún problema en relacionarnos y convivir con ellos.